26 de jun. de 2012
Treinadores de futsal espanhois e brasileiros. KUWAIT !!!
Na Liga do Kuwait atualmente =
Al Salmiya = treinador brasileiro Paulinho Gambier
Qadsia = treinador brasileiro Fabio Cortez
Al Kazma = treinador brasileiro Jose Carlos
Al Kuwait SC = treinador brasileiro Danilo Martins
Al Arabi = treinador marroquino Hassan
Observaçao = nenhum treinador espanhol nem portugues, nem italiano etc ... demais treinadores sao de origem arabes.
Ayer final de los play of en Espana de la Liga nacional de Futbolsala = entrenador del Pozo el brasileno Duda.
http://www.abc.es/20120626/deportes/abci-futbol-sala-entrenadores-espanoles-201206231558.html
El futsal asiático crece al ritmo de los métodos españoles
Hasta cuatro entrenadores españoles coincidieron en última la Copa de Asia de selecciones; Miguel Rodrigo guió a Japón al título y Luis Fonseca clasificó a Kuwait para el Mundial
Miguel Rodrigo: «Aquí eres el 'sensei' y en España es una lucha que hagan lo que tú quieres»
Luis Fonseca: «A los técnicos españoles nos gusta formar jugadores y personas»
'Pulpis': «Lo importante en Asia es ser flexible, si no en una semana estás solo»
Paco Araújo: «Los exitos del futsal español empiezan en la formación de los técnicos»
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África: Pablo Prieto lleva a Libia al Mundial de Tailandia 2012
Mientras el fútbol europeo elige su rey en tierras polacas y ucranianas, el fútbol sala continental hace ya años que conoce al suyo. En este deporte España es la dominadora absoluta, al modo en que Brasil lo es al otro lado del charco. Y entre ambos países se reparte la hegemonía mundial. Existe una pugna constante no solo entre sus selecciones sino también en cuanto al nivel de sus clubes, de sus estrellas... e igualmente, entre sus técnicos.
Como sucediera ya hace más de una década con la selección española respecto a la brasileña, ahora son los entrenadores nacidos en España los que están tomando ventaja sobre sus colegas de aquel país. «El entrenador español está muy bien valorado en el extranjero y en ese sentido le estamos ganando terreno al entrenador brasileño o portugués. No hay ningún país en el mundo que dé una formación a los técnicos como en España», explica Paco Araújo, seleccionador del Líbano y uno de los cuatro técnicos españoles que han coincidido en la última Copa de Asia. En Dubai, donde tuvo lugar el torneo, se pudo ver las caras con Miguel Rodrigo, seleccionador de Japón, Luis Fonseca, técnico de Kuwait, y José María Pazos 'Pulpis', entrenador de Uzbekistán.
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Jose María Pazos
«Cuando yo llegué en 2008 era el único español y había varios entrenadores brasileños. Ahora nosotros somos mayoría y creo que es algo de lo que sentirse orgulloso», explica 'Pulpis'. «Tenemos un prestigio fuera de nuestras fronteras y, lo que es más importante, cuando salimos respondemos a lo que se espera de nosotros», añade.
Que se lo pregunten a Miguel Rodrigo, que conquistó el título asiático con la selección de Japón. «La formación técnico-táctica de los entrenadores españoles es la mejor del mundo. Me consta. Y se demuestra», explica este granadino de adopción sobre su éxito.
Algo parecido piensa Luis Fonseca, otro de los triunfadores de la Copa de Asia al conseguir clasificar a Kuwait para el Mundial de Tailandia 2012: «Se debe a que los técnicos españoles somos organizados, metódicos, didácticos, y nos gusta formar a jugadores y personas».
Salir para seguir entrenando
¿Pero por qué se han decidido a abandonar España para iniciar aventuras tan exóticas en estos países cuyos nombres cuesta asociar con el deporte de élite? Lo cierto es que antes de asumir sus actuales cargos, tres de ellos ya habían trabajado en el extranjero. Solo Fonseca cruzaba las fronteras por primera vez cuando se hizo cargo de Kuwait. El madrileño acababa de dejar el banquillo de Reale Cartagena por problemas en el cobro de las nóminas y la propuesta del emirato supuso una apuesta segura: «Me gusta entrenar y salir por cuatro meses no era demasiado arriesgado y sí abrir una puerta más. El apartado económico es importante, las condiciones de seguridad de cobro que se dan fuera de España ahora mismo no se dan en nuestro país, pero el desarrollo profesional lo es aún más».
La primera oferta del exterior que recibió José María Pazos también fue por tres meses. Había roto su contrato con el club en el que estaba y la selección de Tailandia le ofreció el cargo de seleccionador. Finalmente clasificaría al equipo para el anterior Mundial y permanecería allí cuatro años, hasta que comenzaron los problemas con los pagos. Entonces Uzbekistán se interesó por él: «Visité las instalaciones de la Federación, me parecieron muy serios y decidí iniciar este proyecto». «Un buen sueldo te empuja a dar el primer paso, pero después este tipo de experiencias te aportan muchas más cosas. Te enriqueces y maduras mucho como persona», explica.
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Paco Araújo
Paco Araújo también había dirigido a otra selección antes de hacerse cargo de la del Líbano. Tras pasar por Japón tomó los mandos de Costa Rica: «Allí ya no estaba agusto y en octubre me llamaron del Líbano en una apuesta muy arriesgada porque en diciembre teníamos la eliminatoria de la Copa de Asia». «Cuando te hablan de Beirut te suena a país conflictivo, por eso lo primero que haces es recopilar información. En mi caso me ayudó el papá de un amigo de mi hijo Uriel, que es libanés» explica el técnico barcelonés, que reconoce que dejar España no es fácil: «Cuando se concreta todo estás muy ilusionado, pero a medida que se acerca la fecha del vuelo te van entrando dudas. Dejar a mi familia en Barcelona e irme tan lejos fue durísimo». Pero Araújo tenía un objetivo al emigrar: completar su formación como técnico, pues aún no tiene la titulación requerida en España para entrenar.
En este sentido, Miguel Rodrigo es la 'rara avis' entre sus compañeros: «Yo ya había salido por Italia y Rusia. Me gusta conocer otras realidades y culturas deportivas y mi deporte me lo permite. Así que es mi trabajo y a la vez mi hobbie. Japón es una aventura más lejana y exótica, pero solo una más en el camino. Para mí no es duro, es un desafío muy bonito!» Cuando recibió la oferta japonesa, el que era técnico del Caja Segovia sintió que era el momento de acabar el ciclo a la sombra del acueducto e iniciar un nuevo reto.
Brechas culturales
Aparte de un nuevo desafío, en Japón Miguel Rodrigo ha encontrado una especie de paraíso. Basta con ver la pasión con la que habla del país: «Aquí los niños desde los seis años van solos al colegio, los bolsos no tienen cremallera, se puede ir solo por la calle a cualquier hora, todo está limpio... Es el mejor país del mundo en valores y respeto al prójimo».
Pazos encontró en Uzbekistán una cultura «muy diferente, en la que se mezclan las reminiscencias soviéticas con un alto porcentaje de población musulmana, pero en su humor y en su manera de disfrutar son muy parecidos a los españoles, además de amables y cordiales».
Una cultura diametralmente opuesta a la española también se encontró Luis Fonseca en Kuwait, «en la comida, la religión, la familia, el trato, las relaciones profesionales... Llegamos a tener 55 grados pero la ciudad es tranquila y bonita, la gente encantadora y el nivel de vida es alto».
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Miguel Rodrigo
Evidentemente, todas esas diferencias influyen a la hora de trabajar. Así, Miguel Rodrigo se topó en Japón con jugadores poco acostumbrados a tomar decisiones: «su máxima dificultad la tienen a la hora de leer el juego y decidir, y no solo en futsal, sino en su vida en general». Un handicap que no es exclusivo de los japoneses, pues 'Pulpis' también se tuvo que enfrentar a él: «No están acostumbrados a pensar, analizar y tomar decisiones». El problema que se encontró Luis Fonseca en Kuwait es que allí «todo se hace despacio, con tranquilidad, para mañana... El tiempo no tiene valor al no ser profesionales». En estas circunstancias, como resume 'Pulpis', «lo importante en Asia es ser flexible, pues si actúas como lo harías en un club español a la semana estás solo. Tienes que estar dispuesto a ceder en algunas cosas para poder cambiar otras».
Salvo en Japón, que destaca «por su nivel táctico y la organización de la Liga», el resto se han encontrado con países en los que el nivel del fútbol sala era muy bajo, con jugadores amateurs o que proceden del fútbol 11 y apenas dominan los conceptos básicos. «Pasan al fútbol sala demasiado tarde y su 'disco duro' está lleno de vicios», reconoce Miguel Rodrigo. Así, en los primeros momentos la labor del técnico es muy difícil. «Cambiar las costumbres de trabajo de la selección fue recibido con muchas dudas, porque lo desconocido asusta. Doblamos las horas de entrenamiento, metes estrategias para casi todo...», explica Fonseca. «Lo más complicado es convencerles de que la metodología de trabajo es la correcta». Solo el seleccionador japonés se salva pues allí le obedecen como si fuera un auténtico 'sensei' o maestro.
No obstante todos coinciden en las ganas de aprender de sus jugadores. Para Fonseca «son como una esponja. Tienen poco conocimiento pero quieren aprender, y por eso absorben todo lo que se les enseña con mucha ilusión».
Resultados y desarrollo
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José María Pazos
En la mayoría de los casos, cuando las federaciones de estos países se interesan por los técnicos españoles es para que estos, además de lograr resultados a largo plazo contibuyan al desarrollo del fútbol sala local. En este sentido, la labor más compleja la está desarrollando Miguel Rodrigo en Japón: «Llevo tres años y he cumplido la la primera etapa que consistía en la construcción de un nuevo equipo nacional y tratar de ganar un campeonato de Asia y jugar el Mundial 2012. Además, la creación de una selección sub-24 y sobre todo del primer nivel de entrenadores de futsal con los consiguientes libros de texto. Además hago clínics y conferencias para la difusión de este deporte».
Para José María Pazos 'Pulpis' «el objetivo fundamental era clasificarnos para el mundial ya que nunca lo habían hecho, pero a la vez había un programa de desarrollo que incluía la creación de una selección sub-21 y la realización de cursos de entrenadores por todo el país».
Luis Fonseca tenía en principio un objetivo a corto plazo, como Paco Araújo con el Líbano, pero finalmente la federación de Kuwait ha prolongado su contrato para comenzar a pensar en el futuro a medio-largo plazo de su futsal.
Atentos a España
Conectados a través de internet, Facebook, Twitter o Skype, mientras trabajan lejos de casa los cuatro técnicos están viviendo la delicada situación que, como otros muchos deportes, atraviesa en España el fútbol sala. Patrocinadores que huyen, jugadores que no cobran, equipos que desaparecen... el futsal también está pagando la factura de la crisis que vive nuestro país.
«Siempre te afecta que tu país esté en crisis por muy lejos que vivas» reconoce desde el Líbano Paco Araújo, que como Fonseca desde Kuwait vive la situación con preocupación: «Tenemos familiares que están pasándolo mal y eso hace que no seamos del todo felices, pero con ánimo, porque los ciclos cambian y este va a cambiar».
El más duro al referirse a la crisis es Miguel Rodrigo: «Es una auténtica pena y una vergüenza. ¿Será que no hay nadie con un poco de sentido común para areglar esto?
«Se percibe una situación desoladora. Cada vez que viajas a casa y han pasado tres o cuatro meses ves a la gente más triste y desanimada. Eso te hace ser consciente de que eres un privilegiado y valorar lo que tenemos, aunque tengamos que estar tan lejos», explica 'Pulpis'.
Entrando en cómo afecta esta situación al fútbol sala, el seleccionador de Uzbekistán considera «una pena que cuando mejor se está a nivel organizativo, de seguimiento y repercusión en los medios... es cuando peor se está a nivel económico, pero es la situación que toca y hay que pasarla de la mejor manera posible»
En lo estrictamente deportivo, todos destacan el buen papel que este año han completado en las competiciones españolas ElPozo Murcia, OID Talavera o el Barcelona Alusport, por el que Paco Araújo siente especial alegría: «Me tocó vivir los años duros de la sección y ver ahora al club tan implicado y obteniendo resultados me hace muy feliz. El sueño de los jugadores de mi época es los que está viviendo ahora la sección»
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Rodrigo y sus ayudantes
También resaltan los técnicos el gran trabajo llevado a cabo por equipos como Caja Segovia o Carnicer Torrejón, que cada año se reinventan para seguir siendo competitivos... además de, como señala 'Pulpis' «la gran cantidad de jugadores jóvenes y talentosos que están saliendo».
Una circunstancia que Miguel Rodrigo ve como una ventaja para la selección española frente a Brasil en el próximo Mundial de Tailandia: «España es la gran favorita. La renovación es un hecho consumado y el nivel de juego se mantiene. ¡Y de Brasil no puedo decir lo mismo!» Y es que todos ven a los de Venancio López favoritos para la gran cita.
Volver al campeonato español
Lo que no tienen tan claro es la fecha de su regreso para entrenar en España. Todos reconocen que echan de menos el trabajo en un club, el estar «en la arena día a día», pero también valoran el trabajo que se hace en una selección. Como explica José María Pazos, «ser seleccionador de un país como Uzbekistan supone partir prácticamente de cero, pues cuando los jugadores vuelven a sus clubes apenas entrenan y empeoran a todos los niveles».
El lucense tenía pensado regresar tras la Copa de Asia, y de hecho tenía una oferta de Ríos Renovables, de Tudela, pero la federación uzbeka ha hecho valer el contrato con el técnico hasta diciembre de 2012. «Ahora mismo no sé lo que haré cuando termine aquí, estoy muy cómodo, pero echo de menos competir cada semana y mi ilusión es regresar, simpre y cuando aparezca algún proyecto ilusionante».
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Fonseca
El deseo de Miguel Rodrigo y Paco Araújo es el de prolongar su aventura. Así, el primero reconoce que le gustaría «defender el título en elpróximo asiático dentro de dos años», mientras que el segundo desearía «completar un proceso más largo y preparar al equipo para optar a estar en el Mundial 2016. Nos hemos quedado cerca de éste y tengo la certeza de que con un proceso de cuatro años se copnseguiría».
Finalmente, Luis Fonseca acaba de renovar su contrato con la selección de Kuwait por un año más, por lo que aún tardaremos en verle por España. Bueno para el fútbol sala internacional.
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